sábado, 4 de mayo de 2013

La fachada de la escuela


La fachada fue realizada por el español Manuel Piqueras Cotolí, a quien se le fue encargado el proyecto en 1920, siendo terminada en 1924. Poniendo énfasis en la idea de fachada como la prenda que genera la imagen más inmediata de la institución y en reflejo de sus propias intenciones e intereses, el rostro de la escuela entonces fue ideado con la intención de generar una cierta identidad, para la época, Piqueras al llegar al Perú a pesar de su muy leve experiencia en proyectos, se le es encargado la renovación de la fachada de la escuela, quien en su propia búsqueda termina formando patrones a lo que él llamaría el neoperuano cuya intención era la de hibridar dos tradiciones y tiempos distintos, el pasado, con el arte precolombino, y el presente con la república y las nuevas corrientes modernistas.
Piqueras trato de que el arte precolombino y el arte moderno no se aniquilaran sino que ambas convivieran en un mismo espacio y que no sea un arte neocolonialismo. Creo que la intención de Piqueras era buena pero la manera, la forma de llevar a cabo eso fue muy pobre, porque mas que representar esta convivencia de cultura, a mi parecer representa la idea de que en este espacio hay una identidad "nacional" y otra europea que están en conflicto pero que se quiere a la fuerza llegar a una conciliación. Pero el problema radica desde cómo se construye la identidad nacional, como Piqueras coge elementos incoherentes como la decoración que no representa nada, que se encuentra en la base e las columnas.  Luego vemos esta arma con púas que no tiene nada que ver con la cultura nacional, o sino coger elementos mexicanos y plasmarlos.

Sin embargo todas estas contradicciones, pastiches y desatinos, pasaron a formar no un intento de confrontar los ideales de la elite Limeña, sino que además, de cierto modo han venido reflejando el gran conflicto con el cual la escuela siempre ha contado, su identidad.

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