La fachada fue realizada por el español
Manuel Piqueras Cotolí, a quien se le fue encargado el proyecto en 1920, siendo
terminada en 1924. Poniendo énfasis en la idea de fachada como la prenda que
genera la imagen más inmediata de la institución y en reflejo de sus propias
intenciones e intereses, el rostro de la escuela entonces fue ideado con la
intención de generar una cierta identidad, para la época, Piqueras al llegar al
Perú a pesar de su muy leve experiencia en proyectos, se le es encargado la
renovación de la fachada de la escuela, quien en su propia búsqueda termina
formando patrones a lo que él llamaría el neoperuano cuya intención era la de
hibridar dos tradiciones y tiempos distintos, el pasado, con el arte
precolombino, y el presente con la república y las nuevas corrientes
modernistas.
Piqueras trato de que el arte precolombino y el arte moderno no se
aniquilaran sino que ambas convivieran en un mismo espacio y que no sea un arte
neocolonialismo. Creo que la intención de Piqueras era buena pero la manera, la
forma de llevar a cabo eso fue muy pobre, porque mas que representar esta
convivencia de cultura, a mi parecer representa la idea de que en este espacio
hay una identidad "nacional" y otra europea que están en conflicto
pero que se quiere a la fuerza llegar a una conciliación. Pero el problema
radica desde cómo se construye la identidad nacional, como Piqueras coge
elementos incoherentes como la decoración que no representa nada, que se encuentra
en la base e las columnas. Luego vemos
esta arma con púas que no tiene nada que ver con la cultura nacional, o sino
coger elementos mexicanos y plasmarlos.
Sin
embargo todas estas contradicciones, pastiches y desatinos, pasaron a formar no
un intento de confrontar los ideales de la elite Limeña, sino que además, de
cierto modo han venido reflejando el gran conflicto con el cual la escuela
siempre ha contado, su identidad.

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