sábado, 4 de mayo de 2013

El fenomeno social de la Oferta y Consumo


En la salida a jirón de la unión pudimos observar distintos estilos de vestir, reconocimos los estereotipos del buen vestir y comparemos con aquellos que la oferta comercial ofrece a los consumidores. En primera, absolutamente nadie observado por esta zona tenía un atuendo similar al de las vitrinas de las tiendas de ropa. Había si, prendas en común, accesorios y hasta zapatos, pero un atuendo tal cual como el de los maniquíes en muestra no.
Los jeans, polos holgados, zapatillas, casacas con capucha, eran las prendas más comunes entre hombres y mujeres, en distintos modelos de acuerdo a lo convencional para el género. En el caso de los jean, en las mujeres era más común verlos ajustados o entallados, y en los hombres más rectos y sueltos; sin embargo también los habían que usaban entallados.



En el caso de las mujeres y el uso predominante de los jeans apretados, y el uso de leggings que además de apretados son mucho más delgados y permiten dejar ver la figura de manera mucho más notoria. Esta estilización que ocurre al usarlos además, en colores oscuros, permite generar una silueta más delgada a la vista, este deseo de estilización, sospecho, proviene de legados dejados por modelos como Kate Moss que construyeron el cuadro canónico de la delgadez como figura de atracción sexual en el caso femenino, posiblemente porque lo femenino se debería asociar a la fragilidad y este a su vez, trae consigo un reflejo de debilidad, reforzando la pertenencia del hombre como verdadero poseedor del poder


Los zapatos, zapatilla era lo más común y los zapatos casuales con taco.
Un gran porcentaje de las personas que transitaban por el jirón tenían ropas formales y de vestir, muy probablemente por motivos laborales, la zona está muy cercana a instituciones del gobierno y bancos. De igual forma, las personas jóvenes en su mayoría llevaban mochilas, es posible que sean estudiantes. Por los atuendos podías hacer suposiciones cercanas a la ocupación de las personas.





En el caso turístico, en Plaza de Armas, lo que indudablemente no falta a la vista son turistas, de diversas edades pero en particular señores mayores de edad, usualmente en parejas, posiblemente si se ha de intuir, ancianos ya retirados que por cierto son el gran público a los que las grandes agencias turísticas estadounidenses tratan de dirigirse, creando el relato en la publicidad de el sueño de la aventura turística, una aventura que en realidad esta fríamente calculada, y pensado metódicamente para maximizar el deseo de la travesía que no es la de recorrer los caminos del inca sino la de escapar u ocultar la pulsión de muerte.






Algo curioso, era el caso de las ofertas para los atuendos de las madres (por las fechas cercanas a su día). Comenzando con el estereotipo que nos venden con los maniquíes, y en general el estereotipo de mujer que venden no va acorde con la mujer peruana, mucho menos con la madre peruana. Luego yendo a la ropa, los conjuntos que mostraban las vitrinas, era poco creíble pensar que las mamás en nuestro país (al menos las que conforman la mayoría) pudieran usar estos atuendos, de hecho es poco probable que haya las tallas para ellas. Esto indica que el mercado va hacia un tipo de sector social y cultural.



 



Los maniquíes también eran diferentes dependiendo a género y el tipo de tienda, los maniquíes masculinos solo eran los cuerpos en sí, sin rostro o algunos sin cabeza. En el caso del maniquí mujer tenía rostro y las posiciones del cuerpo eran más estáticas y rígidas  en las tiendas por departamento como Saga o Ripley. En las galerías donde los precios y atuendos iban más para un sector social medio a bajo, los maniquíes tenían posturas más dinámicas y sugerentes.

 





Los colores, en las tiendas como saga y Ripley, los colores son más sobrios, o pasteles. En las galerías hay predominancia de los colores más encendidos y saturados.



Los maniquís se manifiestan como tótems de adoración, su propia ubicación por encima del nivel humano, se asemeja al relato del Sr. Muñoz y su admiración por la estatuaría de su niñez, solo que en este caso estando a favor del mercado, estos instalan a través de sus rostros inexpresivos y fríos, signos de grandeza avivando el deseo por la diferencia, y relacionando este deseo con la tendencia que lleva puesta, las cuales aparecen en realidad listas para el público, listas para el consumo, te generan el deseo y luego te lo dan.
 



En el caso de los hombres, existe una distinción peculiar en los pantalones, hay un sector de jóvenes que usan jeans con abundantes bolsillos, y estos mismos bolsillos varían de uno al otro su diseño de distintos tamaños y formas, en el caso de la parte superior habían el clásico cuello redondo, polos con cuellos y camisas de manga cortas con diseños de franjas, y de manera ocasional alguien con alguna camiseta de un equipo de futbol, ya sea local o del exterior, como un signo de identificación de determinado equipo deportivo.

 


 
Las personas tenían un estilo de vestir muy estándar, no pudimos observar algo que marcara una diferencia, esto puede llevar a una idea de homogenizar al consumidor. Paradójicamente uno piensa que al elegir sus prendas de vestir tiene un estilo propio, sin embargo que tanto de esas prendas tiene de nosotros? , en realidad no es que la elijamos, es que nos la imponen como moda y lo que debe usarse por ahora. En nuestro caso es más visible esto, ya que las tendencias vienen de los países que tiene todo el poder comercial. Un caso particular el que comentó el profesor Carlos en clase sobre el uso de los jeans. Esta prenda es demasiado fría o caliente dependiendo de la estación, sea de un modo u otro es molestoso usarla la mayoría de veces, su uso es casi absurdo. En otras palabras, solemos maximizar la utilidad de la prenda  y  nuestras decisiones de compra se basan en su mayoría en una jerarquía de gustos y preferencias que parecen emerger de forma autónoma a cualquier condicionamiento del entorno social, como en la publicidad.
En este sentido vemos que el consumo es un proceso más que todo sociocultural, y no tanto tiene que ver con el ejercicio de gustos individuales, por lo menos en nuestra sociedad peruana.


 

El mono desnudo


El documental plantea la observación como metodología, propone una visión desde la zoología; es decir despoja al ser humano de todo aspecto cultural. Es así que lo estudia en su ambiente natural (calles, parques, oficinas, etc.) y se centra en la interacción de los seres humanos.
El primer capitulo del documental sin embargo,a pesar de que busca de algún modo enlazar las conductas animales al hombre, se muestra ambiguo al ejemplificar las respuestas del animal en su entorno en paralelo de las del hombre ante otras personas, en particular porque, a pesar de que el manejo gestual tiende a aparecer de manera inconsciente, las señales usadas realmente no son nada naturales, cada signo realizado en la gestualidad tiene un trasfondo cultural, nuestro cuerpo actúa y se exterioriza a través de la posición de nuestras manos, rostro y cuerpo, pero estos pasan antes por el filtro de la cultura, del lenguaje, de un orden.
En cuanto al uso de esta metodología para nuestro proceso de investigación artística es importante destacar que el proceso de investigación se debe construir teniendo en consideración a los sujetos –observación participante- esto para evitar que se perjudique tanto al o los sujetos como a la misma investigación. Debemos  tomar en cuenta que estos son procesos largos y que requieren de un número significativo de datos.
Son determinantes para el inicio de la investigación realizar un mapeo del espacio en el cual nuestros sujetos de estudio se mueven, generar un clima de cercanía y de naturalidad, pautear tipos de respeto, realizar repreguntas y sobre todo acudir a autores especializados que profundicen sobre el tema.

 

Lo Huachafo


 Huachafo en el sentido de diccionario, es de forma concreta sinónimo de cursi, algo que refleja lo ridículo o lo vulgar, el mal gusto o la copia barata. En otros contextos sin embargo, esta esencia negativa pasa a ser otra, definido como “una forma peruana de ser elegante”. Estas dos definiciones, a pesar de una aparentemente polaridad de valores,  guardan en realidad mucha relación en la praxis.

Poniéndonos en perspectiva, lo huachafo no es ningún fenómeno nuevo, su aparición en el Perú puede dejar ver sus inicios en los primeros 50 años de la colonia, la gente que nos conquistó (paranoia) no fueron ni los reyes ni la elite española, ellos nos veían de muy lejos y gobernaban a la distancia, nosotros fuimos conquistados de manera directa por presos, gente miserable con poca expectativa de vida, piratas y por ahí, religiosos.

Justamente aquella gente pobre y muy corta de ‘cultura’ se vieron de un día para otro con las manos llenas de oro, lo que ocurrió con esto es que al obtener ‘poder’ mediante la riqueza casi instantánea, en un intento de reconstruir la imagen relacionada con pobreza y miseria en la cual estaban muy bien insertados, desesperadamente cogían símbolos que ello veían como íconos de éxito, de elite, de clases superiores, con el ánimo de balancear sus nuevas riquezas con su propia clase e imagen, esto trajo consigo el elemento cursi, al intentar copiar de muy mala manera, sin el conocimiento auténtico, y sin el contexto ideal, elementos de opulencia buscando absorberlos y apropiarse de ellos, finalmente reinventándose y auto-significándose como elite, muy similar al acto simbólico de la necesidad de Napoleón al auto-coronarse.
 

Cantagallo


 
 
Canatagallo es un asentamiento urbano ubicado en el distrito del Rímac, a tan solo cuadras del Congreso, se ubica una creciente comunidad de familias shipibas, instaladas de manera forzosa en un suelo contaminado de basura que da indicios de su pasado como vertedero, ubicados entre el río Rímac y un pequeño mercado llamado “Las Malvinas de Cantagallo” son un ejemplo vivo de los procesos de intercambio y choque cultural, así como la gran resistencia que aparecen en los procesos de inclusión social en Lima.









Desde el momento que ingresamos pudimos observar la identidad con el espacio  y la apropiación del mismo dentro de la comunidad de Cantagallo  sobre todo con la simbología cultural. Las casas tienen una estética y construcción muy propia de la amazonia y además muchas de ellas estaban pintadas y decoradas con murales alusivos a sus símbolos culturales. Esta es una forma de no separarse ni desligarse de su espacio cultural, ellos lo acoplan a la cultura occidentalista en la que se encuentran.


La experiencia de visitar Cantagallo fue muy enriquecedora. Pudimos observar de cerca cómo se desarrolla la vida de los nativos dentro de una comunidad muy cercana a la nuestra. A pesar de convivir casi en el mismo sitio ellos mantienen sus costumbres y su cultura muy presentes, no han cambiado en lo absoluto, más bien la han adecuado al espacio en el que habitan.
 
 
 

 

 
















Las formas y colores que habitan en esta comunidad si bien es cierto parecen generar una sensación de caos, la gente que lo habita demuestra lo contrario, las actitudes amigables y acogedoras solo es un pequeño ejemplo de ello, ya que incluso han sido capaces de poder crear una propia escuela y el comercio se manifiesta mediante algunas bodegas que lo habitan.
 
Los elementos de formas y colores a pesar de que aparentemente pasan a contraponerse a los ideales de rectitud, linealidad y aplanamiento que existen en las calles a las que estamos acostumbrados, de cierto modo deconstruyen nuestra mirada de lo que tenemos por establecido como el orden. Si bien es cierto estas personas viven en desniveles, el orden que son capaces de mantener es sin lugar a dudas superior a muchos otros lugares de Lima, como por ejemplo, tan solo cruzando el río, en el barrio de la Huerta Perdida.
Por otra parte, conocimos a dos mujeres shipibas: Vilma y Bertha. Ambas mujeres nos contaron sus experiencias de vida, de cómo al llegar a la capital buscaron sus propios medios para sobrevivir y salir adelante con sus familias. Lo curioso fue ver como su cultura misma fue protagonista de su propio progreso. Ellas usan parte de su cultura como los telares para obtener un ingreso económico. Hacen también collares y pulseras con diseños propios. Bertha es mucho más osada aun y con sus estudios de corte y confección ha llevado su cultura a la moda occidental con diseños de blusas, carteras y morrales, todos ellos productos occidentales. Y a su vez muestra cómo estas artistas son merecedoras de un espacio donde se les pueda reconocer su trabajo, donde se valore el arte que realizan todos los días. 
 
 

 

La fachada de la escuela


La fachada fue realizada por el español Manuel Piqueras Cotolí, a quien se le fue encargado el proyecto en 1920, siendo terminada en 1924. Poniendo énfasis en la idea de fachada como la prenda que genera la imagen más inmediata de la institución y en reflejo de sus propias intenciones e intereses, el rostro de la escuela entonces fue ideado con la intención de generar una cierta identidad, para la época, Piqueras al llegar al Perú a pesar de su muy leve experiencia en proyectos, se le es encargado la renovación de la fachada de la escuela, quien en su propia búsqueda termina formando patrones a lo que él llamaría el neoperuano cuya intención era la de hibridar dos tradiciones y tiempos distintos, el pasado, con el arte precolombino, y el presente con la república y las nuevas corrientes modernistas.
Piqueras trato de que el arte precolombino y el arte moderno no se aniquilaran sino que ambas convivieran en un mismo espacio y que no sea un arte neocolonialismo. Creo que la intención de Piqueras era buena pero la manera, la forma de llevar a cabo eso fue muy pobre, porque mas que representar esta convivencia de cultura, a mi parecer representa la idea de que en este espacio hay una identidad "nacional" y otra europea que están en conflicto pero que se quiere a la fuerza llegar a una conciliación. Pero el problema radica desde cómo se construye la identidad nacional, como Piqueras coge elementos incoherentes como la decoración que no representa nada, que se encuentra en la base e las columnas.  Luego vemos esta arma con púas que no tiene nada que ver con la cultura nacional, o sino coger elementos mexicanos y plasmarlos.

Sin embargo todas estas contradicciones, pastiches y desatinos, pasaron a formar no un intento de confrontar los ideales de la elite Limeña, sino que además, de cierto modo han venido reflejando el gran conflicto con el cual la escuela siempre ha contado, su identidad.

El señor Muñoz


La conciencia del cuerpo en el caso del señor muñoz era muy diferente a la convencional considerando el marco contextual de su generación. Cuando él se inició como modelo dentro del a escuela, el trabajo que realizaba era mal visto y rechazado por la sociedad más conservadora de la época.  

Es notable observar el génesis del interés del Sr. Muñoz por ser modelo, según relató, de niño vivía en Barrios Altos a su corta edad veía asombrado las estatuas del paseo de los descalzos, y como lo contó, le dejó un recuerdo bastante marcado y posiblemente sublimizado, en este pequeño relato se pueden encontrar bastantes cosas, se puede intuir que parte del asombro de las estatuas es el hecho de que estas se encuentran en pedestales de regular altura, lo cual estéticamente puede provocar gran relevancia, sobretodo y en especial para un niño, y la marca que le generó las estatuas a su vez responden a un canon, un canon que al ser representado y puesto en una alameda tan importante, ya forma una idealización simbólica de lo deseado como icono de grandeza.



 
En una etapa de su vida fue discriminado por su fenotipo, es decir, por su apariencia física. Nos relató su experiencia en un concurso de belleza masculina, Muñoz quedó en segundo lugar porque no contaba con la talla convencional para un concurso de esta categoría.  Aquí nos damos cuenta como los grupos de poder, en este caso los originadores de estos concursos refuerzan los estereotipos marcados hasta la actualidad.
 
También vimos reflejado en muñoz la identificación del gusto a través del cuerpo. A pesar que muñoz no lo contó pero hubo detalles observados como las marcas en su cuerpo. Sus brazos bronceados hasta cierta parte que indicaban que suele usar mangas cortas con mayor frecuencia, esas son cosas que quizás los estudiantes de la escuela no nos ponemos a observar ni a tomarle interés por el simple hecho de que estamos acostumbrados a verlo desnudo o en bata.


También una hernia a la altura del vientre que él suele siempre indicar que no la dibujen, esta es una clara muestra de cómo el rechaza esta parte de su cuerpo, quizás por sus propias ideas estereotipadas del cuerpo desde su condición de modelo.  

Cabe resaltar además, que el Sr. Muñoz es el modelo emblemático de la escuela, su trayectoria es muy reconocida y le ha generado condecoraciones y diversas entrevistas de medios de nombre, este reconocimiento se nota además marcado también en su semblante, manteniendo un gesto de orgullo en la mirada, lo que se ve contrastado y generando un peso en la dirección opuesta a su mirada orgullosa, debido a las marcas de edad que ha ido dejando el tiempo.
 

Fenotipo, Generotipo y Erotipo

 
Desde nuestro punto de vista la identidad de género humano es una construcción que implica la interacción entre factores biológicos, culturales e hitóricos y que no es una manifestación meramente biológica ni una copia mimética de los modelos ni constructos sociales que elabora la cultura. Se desarrolla según un proceso de diferenciación o identidad de género que comienza antes del nacimiento y que está sometido a cambios permanentes.

En el sentido biológico, las adaptaciones geográficas que a través del tiempo fueron formando estas características que generan los distintos fenotipos humanos actuales no únicamente salen a relucir mediante grandes periodos de tiempo, sino que además, en una menor escala, también ocurren de manera individual en relación al mapa de tipo de vida que llevemos, no solo física sino también mentalmente, y esto pasa luego a ser exteriorizado e impregnado en nuestra fisonomía.
Considerando lo social (que comprende lo cultural, lo histórico, etc.) como uno de los factores  que contribuyen a la construcción del género, Fernando Barragán Medero profesor de la Universidad de Laguna de España nos presenta el siguiente ejemplo:       «En una experiencia de formación con profesoras de educación infantil se les presentó la fotografía de una persona de pocos meses, pidiéndoles que trataran de identificar su sexo y que la describieran. "Sus respuestas ponían de manifiesto un "curioso desacuerdo general".
En ningún grupo de trabajo había unanimidad. Mientras unas sostenían que se trataba indudablemente de una niña, y para ello utilizaban todo tipo de argumentos, otras sostenían justamente la idea contraria, apoyándose en los mismos argumentos que habían servido para considerar que era una niña, o bien en unos pocos argumentos diferentes.
Las que defendían que era una niña se apoyaban en argumentos como: "No sé por qué, pero es una niña. Estoy segura". Los rasgos físicos: "Está gordita". "Lleva un lazo atado a uno de los brazos y los lazos así se colocan a las niñas". "La postura física en la que aparece en la fotografía es de niña (una pierna aparece ligeramente doblada y apoyada sobre la otra)". "La posición adoptada es de niña porque está muy tranquila".
Las que defendían que era un niño sostenían: "Es que tiene cara de niño. Estoy segura". "La complexión general del cuerpo es de niño". "Los rasgos faciales corresponden a un niño". "Se ve fuerte y gordito". "La mirada es de niño, sin duda alguna". "Se está tocando sus genitales, y eso es más frecuente en los niños".
El ejemplo demuestra cómo las personas hacemos uso de un conjunto de creencias, actitudes, normas y valores que conforman nuestra concepción del mundo social a través del conocimiento de nosotros y nosotras mismas, los demás, las relaciones interpersonales y las instituciones. Se trata en definitiva de una explicación estereotipada del mundo social por la que definimos a una niña como "tranquila" o a un niño porque "se está tocando los genitales". Clasificamos a las personas en función del género de forma arbitraria y convencional.»        (La construcción del sistema sexo género: del Conocimiento cotidiano al conocimiento Científico, Fernando Barragán Medero, 1994, pp. 2-3). Es de esta manera que define al género como un constructo social que es afectado por muchas variables de claro contenido cultura que son traspasadas a través de  del tiempo tomando una connotación histórica.
 
En la cuestión de un Generotipo, se ve clara la separación ideológica que ha de formar al hombre y a la mujer más allá de las características biológicas,  al hombre se le impone la identidad de hombre y a la mujer la identidad de mujer, siendo lo primero lo considerado como real y lo segundo lo imaginario.
Los seres humanos como individuos, tenemos la necesidad de generar valores, no solo a nosotros mismo sino que además generar significancias hacia otros, y una urgencia de designar e idear jerarquías en el mismo proceso, a pesar de este impulso de autosignificarse, las identidades nunca ocurre de manera individual, siempre es en relación al otro.
Las construcciones sociales relacionadas a la atracción sexual, el cómo se construye las convenciones de cómo debe darse el enamoramiento o formas de vestir para atraer al sexo opuesto por ejemplo, y la visión “normal” de que estas acciones deben ir dirigidas de un sexo a otro, entiéndase lo determinado como mujer-hombre o viceversa son las que definen el erotipo.